Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se caracterizan por una relación inadecuada con la comida. Se extienden desde la ingesta descontrolada de alimentos hasta una restricción excesiva a la hora de ingerir comida.
Son patologías en las que el peso y la imagen corporal cobran una importancia excesiva, viéndose incluso percibida de manera alterada por la persona.
Dependiendo de la sintomatología que presenta la persona, nos podemos encontrar ante diferentes trastornos de la alimentación.
Anorexia
Se caracteriza por el miedo intenso a aumentar de peso, incluso a pesar de tener un peso por debajo de lo normal, provocado por una restricción de la ingesta de alimentos. Además, la persona percibe su cuerpo o su peso de manera alterada, y le cuesta reconocer la gravedad de su bajo peso corporal.
Hay dos tipos de anorexia, la restrictiva y la purgativa. En la anorexia restrictiva, la pérdida de peso se produce principalmente por el ayuno, dieta y deporte excesivo. En cambio, en la anorexia purgativa, la persona sufre atracones, episodios en los que ingiere grandes cantidades de comida, tras los cuales se provocan el vómito o usan sustancias como los laxantes para compensarlos (purgas).
Bulimia
La persona que sufre bulimia se caracteriza por episodios recurrentes de atracones, es decir, periodos breves de tiempo en los que ingiere una cantidad de alimentos muy alta, con la sensación de no poder parar ni controlar lo que come.
Tras esto, se provocan el vómito o usan laxantes u otros medicamentos para contrarrestar para el atracón, o tratan de compensarlo mediante ayuno o ejercicio excesivo. Además, le dan al peso y a la percepción de su propio cuerpo una importancia excesiva a la hora de valorarse a sí mismos.
La diferencia con la anorexia radica en que estas personas no se encuentran dentro del rango de peso normal, o pueden llegar a tener sobrepeso.
Trastorno por atracón
Se caracteriza por la presencia recurrente de atracones de comida. En estos atracones, la persona come mucho más rápido de lo normal, hasta sentirse desagradablemente llena, sin hambre previa, y con una sensación de malestar después de estos.
Se diferencian de la bulimia y la anorexia en que estos atracones no se ven seguidos de comportamientos compensatorios, y el peso de la persona no está por debajo del rango normal.
Para saber quién puede sufrir un Trastorno de la Conducta Alimentaria y su tratamiento, visita Trastornos de la Conducta Alimentaria.
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